Contratar a un diseñador de interiores es algo a tener muy en cuenta por diferentes razones. En este post te contamos por qué, si no lo has hecho todavía, contratar a un profesional para la decoración de tu vivienda o local comercial es siempre una decisión inteligente.
Has invertido una considerable suma de dinero en tu vivienda o local para tu negocio y deseas mostrar su mejor aspecto, pero resulta que no tienes ni idea de por dónde empezar a decorar o, simplemente, no tienes el tiempo ni los conocimientos necesarios como para definir tu estilo personal y plasmarlo a través del diseño de interiores.
En Atenea Interiors desterramos la idea de que la contratación de un estudio de interiorismo sea solo apta para presupuestos holgados, y es que ponerte en manos de un interiorista es una sabia elección que además de tiempo puede ahorrarte dinero. ¿No te lo crees? Estos son nuestros argumentos:
1. Asesoramiento profesional
Un interiorista ofrece una evaluación profesional de tu situación y un plan de acción clave para determinar lo que puede ser reutilizado o debe ser desechado. La mirada hábil de un diseñador de interiores repara en detalles que quizá tú nunca tendrías en cuenta, mientras estudia y evalúa con precisión tanto tus necesidades como las de la vivienda o local para conseguir con la reforma la mejor solución posible.
2. Ahorro de dinero
La contratación de un diseñador puede ayudarte a evitar errores costosos en tu casa y a aumentar su valor en caso de venta, así como el interés del comprador, algo que reduce de forma notable el tiempo necesario para realizar cualquier transacción.
3. Adecuación a la normativa vigente
El interiorista es un profesional capacitado técnica y legalmente para realizar una reforma dentro de la legalidad de aplicación.
4. Gestión más sencilla
Al contratar a un interiorista, este se hace cargo de toda la gestión y tú puedes despreocuparte y dedicarte a lo que te gusta. Los diseñadores de interiores están capacitados para pensar en cosas que pueden pasar desapercibidas a simple vista, por eso, para evitar problemas futuros, tienen en cuenta las necesidades de iluminación y mobiliario desde antes de emprender cualquier reforma.
5. Único interlocutor
El interiorista se ocupa de cualquier imprevisto, desde la idea inicial hasta el fin de la obra y es capaz de construir puentes entre tú y todos los actores que participan en el proyecto de interiorismo para evitar fallos de diseño en el plan de acción general.
6. Conocimiento del mercado y recursos
Gracias a tu interiorista puedes descubrir un mercado más amplio al que suelen tener acceso solo los profesionales. El diseñador te asesora sobre qué materiales te convienen y te ayuda a seleccionarlos siempre al mejor precio.
7. Control del presupuesto y planificación
Al realizar una reforma por tu cuenta existe el riesgo de que el presupuesto inicial se dispare, pero si tu proyecto de reforma lo lidera un interiorista, este hará lo posible por minimizar desagradables sorpresas porque cuenta con recursos que le permiten mantenerse dentro del presupuesto y ahorrar tiempo y esfuerzo.
8. Contactos
Además de recursos valiosos como proveedores eficientes, los diseñadores están en contacto con industriales de acreditada solvencia para evitarte un gasto de tiempo innecesario y los dolores de cabeza que implica el tener que contratar a cada profesional de manera individual.
9. Estética
Contratar a un interiorista que sabe combinar los elementos de la decoración y el diseño interior, aporta un valor añadido a tu proyecto. El ojo entrenado de un diseñador es el resultado de años de experiencia y detecta de forma automática errores de diseño en cualquier espacio, por lo que es buena idea consultar al interiorista antes de tomar decisiones estéticas.
10. Garantía
Gracias a sus conocimientos, el diseñador de interiores se encarga de garantizar un resultado final de calidad.
